En la mitología griega, Orfeo es un personaje que tiene la habilidad de atraer y calmar a los seres de la Tierra a través de la música que crea con su lira. Este mismo don es el que le acompaña cuando baja al inframundo en un intento fallido por reencontrarse con su amada, Eurídice. La odisea que Orfeo atraviesa es reinterpretada en términos contemporáneos por el cineasta bielorruso Yuri Semashko en su ópera prima, The Swan Song of Fedor Ozerov. En él, un joven músico ensimismado emprende un viaje con un objetivo en mente: recuperar su jersey de la suerte que ha perdido. Esto lo lleva por un serie de encuentros y desencuentros con personajes diversos, en medio de un mundo que se prepara ante la incipiente llegada de la tercera guerra mundial. La búsqueda de significado e intimidad se transforma aquí en una especie de tragicomedia que evoca un estilo literario clásico a la vez que ofrece una forma de narración absolutamente contemporánea y fresca. En The Swan Song of Fedor Ozerov, el humor de la premisa se une con una mirada política hacia la juventud, que nunca deja de lado la emoción y pone el foco en la colectividad: en el amor, la solidaridad y la creación artística. En todo aquello que nos impulsa más allá de nosotros mismos, a forjar unidos un camino hacia el sol del mañana y, como Orfeo, nunca mirar atrás. Daniela Urzola