¿Existe algo (todavía) más disfrutable que el Joe Dante de Aullidos (1981), Gremlins (1984) o Matinee (1993)? Probablemente: pensemos en un Joe Dante veinteañero montándose una juerga cinematográfica con The Movie Orgy (1968), pantagruélico objeto fílmico que reúne durante varias horas retazos de telefilmes, películas de serie B, propaganda higiénica o militar… todo ello extraído de las entrañas de la cultura popular estadounidense de los años 50 y 60. Concebida como una película-evento destinada a proyectarse durante fiestas en diversos campus universitarios, este antecedente de los programas de mash-up y de las compilaciones de vídeos cibernéticos es una declaración de amor cinéfaga sin ambages ni recato. Esta orgía de materiales apasionadamente montados, mezclados y replanteados solo puede tener su correlato adecuado –esta es nuestra recomendación– en un público alborozado dispuesto a tomarse este encuentro con el detritus audiovisual de otra época como una fiesta que traspase la sala de proyección. GABRIEL DOMÉNECH