Este mediometraje, sencillo solo en principio y apariencia, cuenta la historia de dos inmigrantes, Chady y David, que trabajan como marineros en el lago Léman, en Suiza. Lo que comienza inicialmente como una crónica de aliento documental y ritmo parsimonioso sobre una amistad basada en el sentimiento de desarraigo entre los dos personajes protagonistas va mutando hasta convertirse en un enigmático viaje imaginario por las fronteras entre la vigilia y el sueño, la ficción y la realidad, el pasado y el presente. Le Pays, del jovencísimo y multi-premiado cineasta suizo Lucien Monot, constituye un hipnótico y muy poco convencional relato en torno al componente de fabulación que aparece en tantos ámbitos de nuestra vida: nuestro pasado, nuestras aspiraciones o incluso el país y la cultura a la que pertenecemos. El lago Léman, frontera natural entre Suiza y Francia y escenario que ostentaba una gran relevancia en el cortometraje anterior de Monot, Les histoires vraies (2017), sirve asimismo como paisaje ideal para ambientar una historia que se mueve en los límites del sueño y la vigilia. La delicada textura en Super8 con que está rodada la película contribuye a crear una atmósfera acuosa y onírica que traspasa la pantalla y envuelve a la audiencia en una experiencia cautivadora y misteriosa. GABRIEL DOMÉNECH