Esquinas inquietas en ciudades salvajes registradas en un 35mm hipnótico y apabullante. La vida es frenesí pero también rituales personales. Laborioso artesano del celuloide, el hongkonés Simon Liu ha revitalizado el cine experimental de los últimos años con la sensualidad y las multipantallas de un cine indómito y expandido. FERNANDO VÍLCHEZ