Paula Gaitán es, a estas alturas, un secreto a voces del cine contemporáneo de ambos lados del Atlántico. Artista multidisciplinar, formada entre Colombia y Francia, pareja artística y sentimental de Glauber Rocha –su intervención en la mítica A Idade da Terra (1980) fue decisiva–, su abundante obra, en la que destacan Uaká (1988), Diario de Sintra (2007) o Exilados do Vulcão (2013), es memoria viva y extensión de los debates que agitaron el latinoamericanismo y la vanguardia cinematográfica mundial hace ya cuarenta años. Su penúltima obra, Luz nos Trópicos (2020), constituye un apasionante culmen para una filmografía en la que son aspectos centrales la reivindicación de formas de vida de las comunidades indígenas y la relación del hombre con el medio natural. Gaitán plantea en esta obra de magnitudes épicas una película-río en todos los sentidos –casi cuatro horas y media de duración, durante las que nos embarcaremos en un viaje de ida y vuelta entre las heladas superficies del Hudson y las aguas tropicales de la Amazonia–, con la que articula un personalísimo repaso por la historia del continente americano. La imposición de un orden colonial que amenaza con llevar a la definitiva desaparición formas de vida inmemoriales ejerce de hilo conductor en una película que sabe retratar como pocas el avasallador poder y misterio de la naturaleza. Paula Gaitán, Geraldo Sarno y Júlio Bressane certifican con sus últimos filmes, presentes en la competición oficial de Filmadrid, que la herencia cinematográfica de la que son depositarios sigue más viva y militante que nunca. GABRIEL DOMÉNECH