El padre de Héctor estaba enfermo y murió. Su novia lo dejó por un tipo mayor, volvió a casa de sus padres llevando a su hijo de once años a conocer a su nuevo padre. Héctor estaba borracho. Resulta que llevaba una armadura de caballería ligera que le había prestado un paramédico que conocía. Había una fiesta medieval y el pueblo estaba en llamas.