Para componer su particular poética del espacio, Luis Lechosa se sirve de la percepción como mecanismo de codificación de la realidad: un factor determinante que distorsiona verdades y cuestiona absolutos. A partir de la manipulación digital, el realizador vuelve sobre las imágenes iniciales de paisajes para invertirlas, colorearlas y superponerlas. Una operación similar a la de la memoria que condiciona recuerdos y los transforma en una pseudo-rrealidad más hermosa, más ficticia y a la vez más valiosa. CRISTINA APARICIO