De entre los múltiples mitos de la creación, Mónica Baptista rescata la tradición de los curripacos para componer un particular relato de este pueblo indígena de la Amazonia; de su recóndita vida atravesada por las aguas y de la quietud de un pueblo varado por la naturaleza. Rodada en 16 mm y procesada a mano, las distintas marcas sobre la imagen así como la textura envejecida acaban por convertirse en la imagen misma. Un ejercicio visual de abstracción donde perduran la poesía de lo sagrado y los cantos ancestrales. CRISTINA APARICIO.