En 1981, Tom Joslin y Mark Massi se mudaron a Los Ángeles. Cuando ambos fueron diagnosticados con VIH, Tom decidió filmar sus experiencias e incluirlas en una nueva película. Inicialmente concebida como una amplia reflexión sobre los factores históricos y culturales de la pandemia, sobre las sombras de Hollywood proyectadas en el barrio de Silver Lake, la película fue completada por su entorno a título póstumo. Intenté cerrarle los párpados. ¡Y no se cierran, se abren de nuevo! Y se lo dije a Tom, me disculpé porque la vida no fuera como las películas, recordaba Mark tras haber registrado la muerte de su pareja en vídeo.
Esta primera retrospectiva de Tom Joslin en nuestro país busca reivindicar la obra de un cineasta pionero, cuya filmografía proyecta cuestiones sobre el pasado de la representación LGTBIQ+, la autoría compartida en el cine autobiográfico o la inmediatez histórica del video-diario en tiempos de pandemia. A su vez, este ciclo de películas se inscribe dentro de una labor más amplia de recuperación de archivos y preservación de sus trabajos, un proyecto en curso iniciado por el cineasta Miguel Rodríguez y que ha contado con la colaboración de artistas como Gus Van Sant, Peter Friedman, Elaine Mayes o David Macaulay, quienes conocieron al cineasta en primera persona.
In 1981 Tom Joslin and Mark Massi moved to Los Angeles. When they were both diagnosed with HIV, Tom decided to film their experiences and include them in a new film. Initially conceived as a broad reflection on the historical and cultural factors of the HIV/AIDS pandemic, over the shadows of Hollywood cast on Silver Lake district, the film was posthumously finished by his entourage.”I tried to close his eyes. It doesn’t close! Pops back open! I said to Tom, “I apologize. Life wasn’t like the movies“, Mark recalled after having filmed his partner’s death.
This first retrospective of Tom Joslin in our country aims to vindicate the work of a pioneering filmmaker, whose filmography raises questions about the past of LGTBIQ+ representation, shared authorship in autobiographical cinema and historical immediacy of video diary in times of pandemic. In addition, this film series is part of a broader effort to recover archives and preserve his work, an ongoing project started by filmmaker Miguel Rodríguez in collaboration with other artists such as Gus Van Sant, Peter Friedman, Elaine Mayes and David Macaulay, who knew Joslin at first hand.